17 de diciembre de 2009

No tenías por qué saberlo (microficción)

La última vez que te llamé el tono de marcado aceleró: habías cortado. Guardé el celular y me rendí a la idea de que no llegarías, sustentada porque hace una hora dijiste llego en diez minutos. Te beneficié con la duda: ibas a contestar pero chocaste, se te cayó el teléfono y se despedazó, o te asaltaron y robaron el polerón que te presté y me ibas a devolver, celular incluído en sus bolsillos. Me quedé donde te esperaba, Plaza Sotomayor, llanura de baldosas con caca de gaviota, donde vehículos y gente circulan entre sí por delimitaciones inexistentes, como el trole que sin verlo me embistió e impidió que contestara mi celular: un segundo antes sonó y apareció tu nombre en la pantalla.

16 de diciembre de 2009

29 de noviembre de 2009

El hombre agave

El tiempo
las ciencias de la Tierra
y la evolución
parecieran
haber quedado detenidas
en medio
de una estructura
prehistórica
que simula
ser una corona
de hojas
que simula
ser una hoguera
coronada por llamas de hojas
que simula
ser llamas verdes que ofrecen hojas
a una muerte simulada.
Pero no se detuvieron.
Nunca se apagaron.
La muerte
tendrá lugar en esa misma hoguera:
desde ella
el último de los días
surgirá un largo anuncio
totémico.
Se estirará un brazo
y una mano se abrirá
tratando de tocar el cielo, tratando 

de salvarse
(incluso
le ofrecerá una flor)


14 de noviembre de 2009

A veces pienso y siento
que mi bolsa estomacal va a estallar y
P U A J
todas las vísceras disparadas
disparadas sobre las paredes
escurriendo gota a gota
gotitas de bilis
hacia el suelo
¿huyendo del cielo?


29 de octubre de 2009

A la manera de Octavio Paz

Calla
Que las palabras sean dichas por tus ojos
ojos que son aún la dicha de los míos
ojos que son palabras que son mías
palabras que, en rigor, supongo, intuyo mías
pues son palabras aún por ti no dichas
Pero calla
Que sean mis ojos quienes lean tus palabras
y quienes vean en tus ojos mis palabras
(graffitis de mal gusto sobre paredes macabras)
palabras que, francamente, ya no son tus ojos ni tu dicha
por mayores las veces que te hayan sido dichas


21 de octubre de 2009

Ideas sobre la angustia y el odio

La angustia tiene forma de sitio web
masificado. Socializado:
la angustia es colectiva
pero se traga individualmente

El odio tiene forma de espejo
que nos revela un cuerpo emergiendo
de un charco de fango, un pantano:
es nuestro cuerpo el que nos mira mirarnos

mirándonos desde ese pantano

15 de octubre de 2009

Abrigo de piel

He tomado conciencia de un hecho tan insignificante o cotidiano
y en igual medida abominable:
detrás de mis ojos

debajo de mi pelo
adentro de mi pecho y de mis dedos
articulándose al teclear esto
no hay, no hubo nunca y nunca habrá
nadie ¿nada?
sino yo
Quien habita el traje de barro que vestimos desde que pensamos
quien viste este abrigo literalmente de piel
lo hace exclusiva y excluyentemente.
La vida nos lanza a ella egoístas: solo hay cabida para uno
dentro de la cápsula corpórea
Pero yo quiero arrojarme a ella, altruista. El abandono al que estamos condenados

se salva o morigera
de una única manera:
nos ha sido dado un ligamen originariamente químico
pero voluntario en su desarrollo
que fue ideado (¿por quién?) para no morir
así podría desprenderse de su nombre:

a-mor.

4 de octubre de 2009

Una lágrima

desciende por la mejilla sinuosa
cristalina burbuja que encierra un lamento
una imagen estática, el grito mudo de Munch

Desciende, se escurre por la piel
que alguna vez descendiste; se escurre
por la boca y se pierde como te perdías en ella

Desciende por las laderas del cuello y se pierde
y se seca


26 de septiembre de 2009

Experimento: Six depressing haikus

I

El tiempo tarda
en ser tiempo y anular
lo pretérito

II

El tiempo tarda
en llegar a destino:
aún no sonrío

III

El tiempo ignora
que tarda y que asimismo
es inminente

IV

El tiempo corre
y no advertimos que ya
se ha perdido el sol

V

Largo el olvido
según Neruda y según
lo que me queda

VI

Largo el olvido
que tarda en ser borrado
y borra el tiempo


14 de septiembre de 2009

Porfiado

Para que te construyas una idea
aún no concluyo la inútil tarea
vergonzosa y prescrita, de soñarte.
No hay siquiera una noche o un instante
yermo de ti. El destino o quien sea
me arroja a la deriva en tu marea.
Puedo maldecir al tiempo, al momento
en que esto derivó en lamento
pero es todo en vano: es insoslayable
tu nombre, posesión inembargable
que la desidia hizo sedimento
de mi alma. Yo porfiadamente lo consiento.


24 de agosto de 2009

Central Asia

Me siento, y me he visto, atravesando una estepa plana
con un pasto verde, enfermo.
Y caigo y subo, y estoy planeando como lo hacen las aves.


7 de mayo de 2009

Letanía Utópica

(“piensas que el tiempo te va a aliviar
y no te alivia
piensas que descansar te va a aliviar
y no te alivia”
Claudio Bertoni)



Creamos que tendrá que llegar un día
-al menos uno-
con sol, viento y ruido de motores
y con gente caminando y que habla con más gente
que tiene al lado en la vereda o en el lado opuesto del teléfono
y con perros indiferentes y palomas congregadas en la altura
de los edificios
Un día con nubes y bocinas
y con mendigos, estacionadores y sapos de micro
y con dueños de corbatas, trajes y vestidos sofisticados
Un día como podría ser cualquiera de los que llevamos adheridos 

a nuestro cuerpo y a nuestra memoria
pero en que no sintamos la necesidad frenética
y/o la simple inercia
de desquitarnos a portazos
de empujar a los que van más lento sólo porque la prisa 

nos lo dicta
de imaginar como esclavo al mesero o la cajera
de mirar feo, murmurar o interpelar al que se nos cruza o nos gana
un asiento
de cahuinear
de cortar intempestivamente el celular
de olvidarnos del antiguo rito del saludo y despedida
de levantarnos de mal genio cuando hay que despertarse temprano
de acostarnos de mal genio porque hay ruido o ha sido un mal día
de atacar en lugar de conversar
de ser prepotentes
de fruncir el ceño y amargarnos
de tornarnos ciegos ante la madre que se sube con su guagua 

a la micro
o ante la abuela que se sube con bolsas a la micro
o ante quien se le caen las monedas, esos discos escurridizos
o ante quien estornuda y no tiene un pañuelo
o ante quien sufre un ataque de epilepsia en un paradero

en una plaza
o ante quien no sabe dónde queda su dónde
o ante quien en definitiva necesita ayuda y no la pidecon palabras

Creamos que tendrá que llegar un día
-al menos uno-
en que podamos sonreír sólo por sentir las ganas
sin rayar en la felicidad bobalicona
que pregonan las cadenas que recibimos sin pedirlas
en nuestros correos electrónicos
Un día en que nos duela fruncir el ceño
en que nos duela el colon cuando miremos feo
en que nos duela el cráneo cuando nos amarguemos
en que nos duelan los brazos cuando empujemos a otro
en que nos duelan los talones cuando creamos que el prójimo
está por debajo de los nuestros
Un día en que podamos ser felices sólo por ser felices
sin tener que proponérnoslo forzosamente
como sugieren los manuales de autoayuda y las revistas
superficiales
Un día en que podamos ser felices durante todo su lapso
no por instantes


8 de febrero de 2009

Cuadros Ausentes

Vastas e infinitas contemplaciones
bastan para que no bastes
Pero puedes venir a retirarlas
desclavarlas y limpiar las manchas
que son como las que dejan los cuadros ausentes
cuando nos cambiamos de casa
Mis imágenes dionisiacas
habré de arrojarlas al mar
para que desaparezcan entre la espuma persistente
de las olas que amenazan con devolverlas
pero que antes son tragadas
por la garganta colosal del espejo del cielo
hogar y abandono primitivo
Van a ir a parar al fondo nebuloso
y se quedarán enterradas
junto a mástiles, quillas y mascarones
de naufragios bíblicos y olvidados
serán mancilladas por musgos y corales
custodiadas por medusas y calamares
Tus imágenes desesperadas
puedes venir y llevártelas lejos
regalárselas a otro que las necesite
o simplemente quiera cargarlas
en su espalda encorvada
Mis palabras, fantasías y colores
quedarán encerradas bajo llave
de la que guardaré una copia
para entregártela a ti
nadie sabe cuándo
nos permitiremos abrirlas