25 de abril de 2010

Trini

Todas las noches hay que entrar a la perra. Mi mamá autoriza que duerma en la cocina.
Todas las noches salgo al patio y el procedimiento es el mismo. Abro la puerta, no enciendo la luz porque me da lata y en consecuencia ingreso en una oscuridad casi total rodeada de olivos que a medianoche son siluetas negras, en una escena similar al Imperio de la Luz, de Magritte. Llevo a la cocina sus pocillos de agua y comida y salgo nuevamente a buscar su cama fabricada para animales humanizados.
En ese momento, y en la más absoluta soledad, se apodera de mí un miedo terrible y sin explicación. Cada vez que me dirijo a su casita y me agacho y enfrento su puerta para sacar la cama, pienso que adentro hay otro animal, un perro o un gran felino, esperando a que yo ingrese mi mano para aplicar sobre ella una mordida dolorosa, punzante y primitiva, consumando así una malévola y gruñida emboscada.
Después me levanto, me devuelvo a la casa, la mía esta vez, cierro la puerta, arrojo la cama de la perra al suelo y me voy a mi pieza pensando en las estupideces que soy capaz de imaginar.

6 comentarios:

Fer dijo...

Quizás la imaginación simplemente es un espejo que saca a relucir los miedo que tenemos a lo desconocido, porque a la larga, eso es no más. Si supieras que existe algo animal o extraterrestre allá escondido, no irías allí ni aún cuando farkas te de su dinero. Es el miedo a no pisar terreno firme lo que muestra nuestra querida amiga.

paU ! dijo...

A veces estamos tan familiarizados con un concepto del miedo que creemos que hasta aquellos que nos son completamente devotos en algún momento nos morderán la mano y estaremos inmersos en esa oscuridad. La Trini es TAN humildeeee jajajaja me encanta.

Jacqueline dijo...

jajaja el mar es como la oscuridad hay que tenerle respeto

Ismael U. V dijo...

Jajaja! Vamos todavía! Esas paranoias son como las mías :D
Yo creo que ademas de eso, hay barrios que tienen una energía sobrenatural que nos hacen sentir mas como protagonistas de un cuento de terror, a mi me pasaba mucho ese tipo de paranoias, mas que nada con monstruos :D
Un abrazo, me encanto el posteo.

U.B dijo...

¡Muy bueno! Te inventas la historia y te cagas de miedo tú solo. Desde luego no necesitas a nadie más para pasarlo bien...


Un beso desde Madrid.

Unknown dijo...

Hola tu... hay una explicación para eso... se proyecta la propia agresión hacia algo que está fuera, en este caso a lo imaginado. De esta forma, terminas sintiendo miedo y no una agresión capaz de matar a otras personas =).