Me absorben los clarinetes iniciales:
hablan en acordes patéticos
tristemente hermosos
como si la orquesta sonriera a través de su lamento
una sonrisa que no es alegría
tampoco llanto
la antesala, quizás, del llanto
o simplemente
la ambigua mueca de la frustración.
2 comentarios:
Es hermosa esa descripción, y roza la perfección.
Shalom Feli
Clasico
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