14 de septiembre de 2009

Porfiado

Para que te construyas una idea
aún no concluyo la inútil tarea
vergonzosa y prescrita, de soñarte.
No hay siquiera una noche o un instante
yermo de ti. El destino o quien sea
me arroja a la deriva en tu marea.
Puedo maldecir al tiempo, al momento
en que esto derivó en lamento
pero es todo en vano: es insoslayable
tu nombre, posesión inembargable
que la desidia hizo sedimento
de mi alma. Yo porfiadamente lo consiento.


4 comentarios:

Jaime Antonio dijo...

qué porfiado sr
pero atrayente como la marea
buen texto


yo igual lo fragmentaría un poco, pero es un tema netamente postmo XD

Lorena Zúñiga dijo...

Gracias, noble caballero, por tan grande honor con que a mi persona habéis honrado. Espero ser capaz de vivir en tal altura, y no decaer en mi prosa.

Y perdone usted lo poco, pero parece que se ha hecho un fan entre sus letras.

Rafael de Rokha dijo...

Siempre has escrito, pocas veces te he leido, yo escribo hace años pero no soy un experto en esto de los blogs.

Genial saber de este espacio saludos y nos estamos leyendo

Jaime Antonio dijo...

hehehehe sipos
yo modero los comentarios
espero que disfrutes hoy
mañana hablamos!

un abrazo
!